Tuesday, October 30, 2018

OBSESIONES CINEMATOGRÁFICAS

2. El coronel Von Ryan


Tras pasar por mil pericias en un tren de mercancías, el coronel Josep Ryan (Frank Sinatra), acompañado de numerosos prisioneros de guerra británicos, consigue llegar a los Alpestras escapar de sus captores alemanes. La frontera Suiza está a escasa distancia, mas el tren ya no puede continuar. Tras un ataque de la luftwaffe, el túnel transalpino queda bloqueado y uno de los raíles inutilizado. Para colmo de males, un destacamento persecutor alemán se acerca velozmente conducido en otro tren La necesidad aguza el ingenio dicen. Los prisioneros se dividen en 2 grupos. El primero deberá limpiar el acceso al túnel y arreglar la vía, mientras que el segundo deberá retener a los alemanes combatiendo en la misma vía.
Después de una encarnizada lucha, se oye el silbido de la máquina anunciando la partida. Los soldados aliados vuelven corriendo al tren al que se encaraman sobre la marcha. El último es el propio Ryan que corre a toda velocidad. Un oficial británico (Trevor Howard) le tiende la mano para ayudarlo a subir. Tan solo le quedan unos centímetros para asir la salvación cuando una ráfaga de metralleta alemana acaba con su vida. Se oye la voz en off del oficial británico que previamente en la película había dicho que cada soldado fugado representaba para él una victoria. Triste consuelo, supongo, para el personaje de Frank Sinatra.
Esta final lo ví con unos 6-8 años. Sinceramente, no sé porque se me permitía ver estas películas. Quizá el hecho de que la televisión estuviese en el cuarto de mis padres y que los fines de semana me podía acostar más tarde influyese en eso. El caso es que durante un tiempo pensaba que todas las películas de adultos terminaban de algún modo con el protagonista muerto y cuando veía esas películas, esperaba el deceso del protagonista. Pero más aun, creo sinceramente que El coronel von Ryan, me hicieron recelar desde una muy temprana edad de los momentos de felicidad. A fin de cuentas, en cualquier momento podían tornarse en tragedia.  
Existe una parodia de esta escena en los Simpsons. En ella, el tren es sustituido por el autobús del colegio conducido por Otto, mientras que el alumno de intercambio Uter sufre la suerte de Frank Sinatra, aunque su caída no se debe a una bala sino a un simple flato. Pueden verlo en   https://www.youtube.com/watch?v=Z_kUDx9tvW0

PRESENTACIÓN EN BARCELONA

El Viernes 16 de Noviembre a las 19:00, Santiago García Tirado presenta en la Librería Somnegra (Aragó 108) de Barcelona, la obra ganadora del Premio Irreverentes de Novela, El péndulo familiar, de Juan Patricio Lombera
Mapa de Calle de Aragón, 108, 08015 Barcelona
            Un siglo de México en esta novela. Dos personajes, abuela y nieto, enfrentados a épocas distintas y desde perspectivas opuestas se encuentran en la base de esta obra, sus vidas se entrecruzan. Mientras el joven protagonista intenta suicidarse en un hotel de la China moderna, pese a vivir bien en la España más boyante, su abuela se enfrenta a los estereotipos machistas de un México en plena revolución para conseguir estudiar una carrera. Mientras que el joven representa el hastío y la parálisis de una sociedad consumista cuyo único valor es la posesión de objetos, la abuela encarna ideales de cambio y justicia: no sólo se encara con revolucionarios villistas a su entrada a la capital de México, sino consigue su afán de estudiar, practicar deporte de competición y viajar por todo el mundo. Su nieto se deja llevar por la corriente. El péndulo familiar no solo alterna los capítulos entre ambos personajes, sino que se mueve de un pasado remoto hacia el presente en el caso de la abuela, mientras que la historia de su nieto recorre un sentido contrario. En medio de estas dos historias se encuentra como punto trágico y de desenlace el 2 de octubre de 1968 en el que miles de estudiantes universitarios serán asesinados en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco por el gobierno mexicano. A través de los protagonistas se hace un amplio repaso a la historia de México y España

OBSESIONES CINEMATOGRÁFICAS

I. 7 Hombres al amanecer

A lo largo de mi vida, he ido a ver toda clase de películas. Desde las más comerciales de Hollywood, hasta películas independientes infumables que uno ensalza en los círculos autoproclamados intelectuales para no desentonar. De algunas de ellas conservo, sin embargo,  escenas que revivo con frecuencia en mi cabeza. En este y en los próximos artículos haré un recuento de las mismas y la influencia que han tenido sobre mi vida. Si algún lector quiere compartir su obsesión cinematográfica, encantado le cederé espacio en este blog respetando su autoría.
                Con tan sólo 12 años tuve la oportunidad de ver en video “7 hombres al amanecer” o, conforme a su título original “Operation daybreak”, protagonizada por Timothy Bottoms (Jan Kubis) y Anthony Andrews (Josef Gabcik) e inspirada en la célebre operación antropoide que acabó con la vida de Heydrich; el carnicero de Praga y el hombre que ideó la solución final. En venganza, los nazis acabaron con cientos de vidas de mujeres, niños y hombres en el pueblo de Lidice.  El comando checo que ejecutó la operación también cayó tras ser traicionados por Carel Curda. La muerte de estos héroes, en la película, se aparta ligeramente de la realidad. Sabemos que Kubis murió en la Iglesia de San Cirilo y San Metodio por una  granada, mientras que Gabcik se suicidó, mientras veía como la cripta donde se refugiaba se llenaba de agua rápidamente. El final en la película de 1975, muestra a los dos amigos -Kubis y Gabcik-, como los últimos supervivientes después de un encarnizado combate en la nave que ha dejado decenas de alemanes muertos así como 5 checos de la resistencia. Con el agua al cuello, Gabcik coge sus amadas cartas de juego completamente mojadas y las tira a la corriente. El fin está cerca. Ambos personajes se plantan cara a cara empuñando sus pistolas como si se tratara de un duelo.
-¿Cuántas balas tienes? –pregunta Kubis.
-Suficientes –responde con una mueca risueña Gabcik.
Ambos se abrazan y colocan sus armas en la nuca del otro. En la película solo se oye los dos disparos efectuados al mismo tiempo. Ambos amigos se han matado para evitar caer en manos de los nazis.
Salvo Kubis, el resto de los checos muertos en la iglesia se suicidaron. Aunque no he estudiado demasiado sobre la materia, siempre he pensado que todos ellos tenían la orden de no dejarse capturar. En cualquier caso, de haber caído prisioneros, les habría esperado un infierno de torturas y finalmente la muerte. En pocas palabras, se ahorraron el trámite burocrático como dice el personaje de Nikita Krushev en Con el enemigo a las puertas, al tiempo que le ofrece una pistola al general caído en desgracia para que se suicide. En esta ocasión, creo que  la ficción superó la realidad. Ambos amigos –Kubis y Gabcik-,  habían huido juntos de Checoslovaquia, se habían alistado en la legión extranjera para continuar la lucha contra los nazis desde Francia y, una vez derrotada esta nación por Alemania, huyeron a Inglaterra para unirse al gobierno checo en el exilio para seguir adiestrándose y seguir luchando. Ahí dejaron a sus novias inglesas, lo que no les impediría establecer nuevas relaciones en Praga, en parte porque la compañía de mujeres les hacía menos sospechosos y, supongo también, porque eran jóvenes y querían disfrutar al máximo de sus vidas.  Ambos mataron a Heydrich y a su chofer. Ambos merecían morir abrazados.
Esta película y este final tan desgarrador acompañado de una música nostálgica siempre me han obsesionado. De hecho cuando fuimos Vicky y yo a Praga con mis suegros, reservé un par de horas de nuestro apretado itinerario para visitar la iglesia de San Cirilo y San Metodio. No pude entrar en la nave donde se efectuaron la mayor parte de los enfrentamientos, pero sí se nos dejo acceder a la cripta. Era pleno verano y aun permanecían en ella bandas conmemorativas con los colores de la bandera checa que se habían depositado seguramente el 18 de junio, fecha conmemorativa de la muerte de los checos tras la traición de Karel Curda.

Friday, October 19, 2018

JUEGOS POPULARES


Aquella temporada que pasé en Cataluña con Sabrina, en casa de sus padres, fue el preludio de mi partida de España. Íbamos a asistir a la inauguración de los juegos populares; “nuestros juegos” y aprovechamos para tomarnos unas merecidas vacaciones en el marco de este evento. Curiosamente, las temperaturas de ese verano eran más bien frescas llegando rara vez el termómetro a los 30 grados. Fueron dos semanas plácidas en una masía cerca del bosque. Dos días después estaríamos en el estadio con miles de proletarios celebrando el inicio de los Juegos. La mañana del 18, Sabrina me despertó y me dijo que el evento deportivo  se suspendían por el alzamiento fascista. Ese mismo día cruzamos la frontera de Francia y nunca más volvímos.

Monday, October 15, 2018

SOBRE LA ESCRITURA

El cursor parpadea sobre un rectángulo blanco que simula ser una hoja de papel. Han pasado muchos años desde que escribí a mano mis primeros relatos para luego pasarlos a limpio en una máquina de papel. En aquel tiempo, mantenía la peregrina idea de que debía sentir el texto físicamente, como si al sostener la hoja escrita en mis manos se produjese una especie de mística unión entre el cuerpo y la palabra. Recuerdo que el proceso de pasar a limpio el texto acababa produciendo nuevas correcciones y agregados. Desde mi perspectiva, esas modificaciones enriquecían el texto. Vaya a usted  a saber. Lo que sí es cierto, es que no siento ese proceso de enriquecimiento en una relectura en la pantalla, por más que también se produzcan cambios que sí afectan al resultado final.