Friday, November 16, 2018

REFUGIO





Aún quedan soledades a donde volver,
templos vacíos de la razón
que alumbraron otrora la esperanza
donde oír el gemido de los pasos.
Aún quedan  islas multicolores;
bastiones exiguos contra las ondas
donde desintoxicarse de las pantallas
y volver al negro del papel.
Aún queda vida auténtica
donde contemplar la creación
            y perderse en el horizonte.
            Aun quedan refugios de la locura diaria




Sunday, November 11, 2018

OBSESIONES CINEMATOGRÁFICAS


4. La muerte de Artax

El pantano de la desolación; lugar cuya única mención produce escalofríos, es el escenario de esta obsesión cinematográfica. Se trata de un inmenso lodazal cubierto de eternas nubes grises que impiden la visión del sol. Ahí vive la última esperanza de Atreyu para encontrar una cura para la emperatriz de Fantasía; la tortuga gigante y sabia llamada Vetusta Morla. Así nos lo hace saber la voz en off de Sebastián, lector de la historia interminable. También avisa del peligro mortal que conlleva dejarse dominar por la tristeza del paisaje. Atreyu descabalga para ayudar a su caballo a avanzar entre las ciénagas. El avance es cada vez más penoso. De pronto, no consigue que Artax dé un paso más. El joven guerrero se voltea y le dedica dulces palabras a su caballo. Se acerca a él para hacerle caricias y conseguir la cooperación del animal, pero nada funciona. El miedo se apodera del joven. Se da cuenta de que Artax se está hundiendo rápidamente. Intenta hacerlo reaccionar por todos los medios, incluso insultándolo. Nada funciona. Vemos al  caballo con los ojos desorbitados y la cabeza estirada dado que su amo está tirando de las riendas, mientras que el lodo cubre todo su cuerpo. No alcanzamos a ver su hundimiento final; el fundido en negro nos lo impide y lo deja a nuestra imaginación. En la siguiente imagen vemos a Atreyu llorar la muerte de su amigo.  
Existen otras escenas memorables en la historia del cine relacionada con los caballos. Quién no recuerda al semental cuya cabeza cortada aparece en la cama del productor de Hollywood, en El padrino, para forzar a este a darle el trabajo en su próxima película a Johnny (conocido en la vida real como Frank Sinatra), protegido de Don Corleone. También recuerdo, en Gringo Viejo, el momento en que Jimmy Smiths, que interpreta a un revolucionario mexicano que se vuelve loco tras tomar la hacienda donde había nacido, se acerca con cara de pocos amigos al escritor Bierce interpretado por Gregory  Peck. Bierce ha osado montar el caballo del revolucionario. En cierta forma ha mancillado el honor de éste. Una reparación de sangre es necesaria. Todos esperamos el tiro de gracia al viejo escritor. Smiths saca la pistola y dispara a la cabeza… de su amado caballo.
A pesar de lo impresionante que puedan ser estas dos escenas, yo me quedo con la de la historia interminable. La mirada desorbitada del equino antes de ser tragado por el pantano, me resulta inolvidable.



Thursday, November 01, 2018

OSESIONES CINEMATOGRÁFICAS


3. Il y a longtemps que je t’aime

Finalmente se desvela el secreto. Después de 15 años de cárcel por haber matado a su hijo y meses de convivir con su hermana Lea (Esla Zyberstein) sin dar la menor explicación, Juliette (Kristin Scott Thomas). Las prisas por terminar de hacer la cama e irse con su cuñado que la va a acercar en coche al trabajo, la hacen dejar descuidado el papel que dilucidará el secreto. Se trata de unas pruebas médicas del hijo asesinado. Con la ayuda de un amigo médico, Lea se entera finalmente que su hermana acabó con la vida de su hija para evitarle un gran sufrimiento antes de morir.
“Nosotros estábamos aquí… No contábamos acaso… Te podríamos haber ayudado” son algunos de los reproches que Lea le suelta a su hermana tras saber la verdad. Tras saber que su hermana había sido proscrita de la familia como si hubiese muerto y encarcelado no por un rapto de locura, sino por un simple acto de compasión hacia su hijo.
-“Habrías hecho, ¿qué? Cuando escupía, cuando se sofocaba, habrías hecho ¿QUÉ?”, es la respuesta iracunda de Juliette. No obstante ese pleito sirve de catarsis. Finalmente, puede hablar de lo que hizo y cómo ejecuto a su vástago. Tras jugar toda una tarde con él en una casa verde de campo de la familia y leerle los cuentos que más le gustan al niño, su madre lo había acostado y le había dicho que le pondría una inyección. “No hay peor cárcel que la muerte de un hijo. De esa no hay escapatoria”, sentencia Juliette.
Sinceramente, cada vez que veo esa película me cuesta contener las lágrimas en esa escena. Recomiendo verla película en versión original ya que el ligero acento británico de Scott Thomas cuando habla en francés le dan mayor fuerza a sus respuestas durante el pleito  de Juliette con su hermana. Además, y teniendo en cuenta de que en estos días se está debatiendo la legalización de la eutanasia en este país, creo que esta película como tantas otras son un excelente argumento para quienes están a favor.