Hace
unos días, me enteré del despido fulminante de Mario Vaquerizo como tertuliano de
la COPE, tras protagonizar una foto con su esposa disfrazada de monja medio
encuerada, inspirada claramente en La Piedad de Miguel Ángel. Unos
feligreses se ofendieron e hicieron público su malestar a los dueños de la
cadena, quienes cedieron al clamor popular. Yo no sé si existía una cláusula en
el contrato del sr. Vaquerizo que le impidiese participar en manifestaciones
artísticas que ofendiesen a la sensibilidad católica y, la verdad, poco me
importa. Eso le pasa por trabajar en un medio ultra conservador, que no facha.
Si la cosa se hubiera quedado ahí, no me habría molestado en escribir este
artículo. Sin embargo, las secuelas a este incidente han adquirido un tono muy
grave la tarde del 17 de febrero.
La foto que provocó el despido de Vaquerizo
formaba parte de una colección de 30 instantáneas de Bruce LaBruce que se
exponen en la Fresh Gallery a cual más explícita en su tono transgresor. En lo
personal, esas provocaciones fáciles me parecen pueriles y por ello no voy a
asistir a la exposición, pero hasta ahí mi rechazo. El mismo día 17 se esperaba una manifestación
del partido Alternativa Española a las 7 y media. 5 horas antes un o unos
terroristas lanzaron cócteles molotov destruyendo la luna de la galería.
Afortunadamente, o mejor dicho gracias a Dios -nunca mejor dicho- los
explosivos no reventaron y todo se quedó en un susto. Sin embargo, no se puede
minimizar por ello la barbarie y la intención criminal de los agresores. Si
bien es cierto que el ataque se produjo cuando no había nadie dentro, dudo
mucho que el culpable -partiendo de la base de que sólo se trate de un
subnormal-, supiera a ciencia cierta este hecho, ya que la galería es bastante
amplia con escaleras y no creo sinceramente que se pueda vislumbrar todo el
interior desde afuera. Pero aun aceptando que sí lo sabía, la explosión y el
posterior incendio podrían haber provocado la muerte de los vecinos de los
pisos superiores. ¿Pensó acaso en ellos el terrorista? Desde luego que no. Espero
que se trate de un ataque aislado cometido por un perturbado y no una acción
concertada. Una vez ocurrido este atentado sólo queda esperar que la policía
consiga llevar tras las rejas al criminal. Respecto a ésta última, cabe señalar
la disparidad de criterios seguida según la latitud en la que se encuentren y
el tipo de manifestaciones a las que acuden. Mientras que en Madrid sólo acudieron 4
furgones a salvaguardar el orden durante la manifestación de Alternativa Española,
en Valencia fueron hasta 9 furgones a la entrada de un colegio. Mientras que en
Madrid había más que presunciones de posibles actos violentos visto el
incidente de las 2 y media y el hecho de que el centenar de manifestantes
protestaba contra lo que ellos consideran blasfemias, en Valencia se necesitaban el doble de furgones para
aplacar a unos 80 estudiantes pacíficos que tan sólo pedían que sus aulas
tuviesen calefacción. Es decir protestaban porque tenían frío. Aparentemente, según
el criterio de la policía valenciana o de sus jefes políticos, el frío
trastorna más la cabeza que los insultos religiosos. Por último, espero que
todos los medios que condenaron las amenazas al periódico danés por las viñetas
burlonas al islam muestren su repulsa a este acto barbárico, independientemente
de sus credos y líneas editoriales. Igualmente
espero que, en el supuesto de que el culpable pertenezca a un partido político,
que su agrupación condene el ataque terrorista y, si no lo hace, que caiga
sobre ellos todo el peso de la Ley de Partidos.
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