Retorno a los orígenes.
He decidido
volver a escribir de mi propio puño y letra con el fin de eludir el agobiante
tormento de la pantalla en blanco. Ciertamente, al desfilar mi mano entre las
líneas de mi cuaderno, reconozco viejas sensaciones escondidas en lo más
recóndito de mi ser. Incluso mis dedos y muñeca parecen levantarse de un largo
letargo felices de reencontrar su destino primigenio. ¿Qué es lo que he perdido
al dejar atrás el modo artesanal de producción en aras de la rapidez que
proporciona la tecnología. Por lo pronto, veo la facilidad con la que vienen a
mi ideas que agrego al instante. No obstante este ejercicio me resulta también tedioso
y no puedo evadirme de la tentación de echar un vistazo a los resultados
deportivos en el ordenador. Tampoco puedo escapar de las voces que emana la
televisión que está viendo en este momento Vicky. Para colmo de males se trata
de una película entretenida, por lo que no puedo desligarme totalmente. Dudo sobre qué palabra escoger. Levanto mi
cabeza y pierdo mi mirada a lo lejos. ¡Cuán grata me resulta esta pausa!; esta
mirada que no puedo reproducir frente a la pantalla. Al mismo tiempo, me
recuerdo escribiendo el primer cuento que publiqué en el Periodiquillo sarniento y, al mover la cabeza, encontrarme con los ojos de una amiga curiosa por lo que hacía.
No obstante apenas la vi de reojo. Me paso la mano por mi barba y luego la
acarició con un boli. Acabo de tachar unas palabras y me ha resultado
divertido. Cuán sucio y humano es el tachón frente a la asepsia robótica de la
tecla “supr”.
El objetivo de
este y los posteriores escritos que iré subiendo en mi blog, tras pasarlos a
limpio, es averiguar cuánto ha cambio mi producción literaria desde que escribo
única y exclusivamente en ordenador. Prometo no hacer trampa. Cada una de las
páginas que iré publicando en mi blog habrán nacido antes de mi boli apoyado en
el papel. No prometo escribir una página diaria ya que eso dependerá de mi
tiempo libre, voluntad y entereza, pero si me comprometo a seguir con este
experimento y si se me ocurre algún relato, también lo subiré. Por otra parte,
mis queridos y pocos lectores les agradeceré mucho cualquier aportación o
comentario que puedan hacer. Finalmente acabo este texto iniciático con un
descubrimiento y un desafío. Lo primero es la sensación de abundancia que
produce la escritura a mano. Por muy grande que parezca la cuartilla,
rápidamente quedará superada a diferencia de la pantalla cuya página a veces se
hace eterna. Pareciera que se está avanzando muy rápidamente en este formato y
que estoy escribiendo muchas páginas. Por otra parte, les dejo aquí escaneado el
principio de un relato que intentaré desarrollar en posteriores capítulos. Los
primeros 3 que consigan descifrar estos jeroglíficos se convertirán en los
acreedores de una caña literaria en la cervecería Santa Bárbara. Sé que el galardón
no es cuantioso, pero la crisis también nos afecta a los escritores.Pueden dejar sus respuestas en juanpax@mixmail.com. Un abrazo
No comments:
Post a Comment