A lo
largo de los siglos, esta lombriz gigantesca de dimensiones variables siempre
ha ofrecido seguridad a su entorno o, al menos eso es lo que les hace creer a los habitantes de un
país para que le den alimentos y la consientan. Algunos de estos especímenes se
han vuelto mitológicos como fue el caso de la especie troyana en la antigüedad
que habría nacido con ayudas divinas. Otras, a su contacto con el ardiente sol, adquirieron una belleza única mezclando varios
colores como ocurrió en Ishtar. El más longevo y largo de estos animales es,
definitivamente, el que vive en China. Fue llevado ahí por un emperador
paranoico que, para afianzar su seguridad personal, creo un ejército de piedra.
Sin embargo, la historia es clara en ese sentido, Troya, Ishtar y desde luego
China no consiguieron impedir la invasión de sus países, pese a amamantar esas
bestias. Los holandeses han alimentado históricamente una subespecie que los
protege de las aguas marítimas. No obstante, quizá porque conocían la historia
de los otros pueblos, no han dudado en matar a su lombriz anfibia en diversas
ocasiones para enfrentarse a sus enemigos con la bravura de las aguas
revueltas. Otro de los gusanos célebres fue el de Berlín, producto del miedo
por la libertad. Finalmente, Los israelitas han pasado de lombrices y han
decidido alimentar una boa constrictor con la esperanza de que algún día
asfixie a los palestinos.
Sin
embargo, la leyenda protectora del muro perdura a través de los siglos,
independientemente de los hechos. Incluso se ha conseguido en algunos lugares,
a través de la manipulación genética, crear lombrices con púas que hieren y
envenenan a aquellos incautos que buscan saltar a través de ellas. En los años
noventa, Clinton crió su propia lombriz. De forma callada le dio de comer hasta
que esta cubrió un tercio de la frontera mexicano-americana. En aquel momento nadie protestó. Con la
llegada al poder del trompaitor feroz, ésta situación ha cambiado radicalmente.
Él pretende cebar al bicho hasta que cubra la distancia de 3000 kilometros y
amenaza con imponer sanciones a México para pagar los gastos de alimentación
del muro. Otro de los atributos mágicos que se le atribuyen al muro es que,
tras su creación se volverá a una arcadia perdida donde reinará el amor y el
bienestar. Poco importa a los simpatizantes del bicho que esa utopía solo
existía entre la especie blanca. Los días pasan y el bicho crece kilometro a
kilometro, mas el ansiado paraíso no arriba.
2 comments:
Me recordaste "Sueño con serpientes" de Silvio Rodríguez
Jajaja. Muy bueno
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