Thursday, November 03, 2011

EL PUEBLO NO TIENE DERECHO A DECIDIR fdo. FMI, BM, UE ETC...

No habían pasado ni 24 horas desde que el presidente Yorgos Papandreu anunciara su decisión de hacer un referéndum sobre si aceptar o no la ayuda de la Unión Europea, cuando la gordita Merkel y el relamido Sarkozi explotaban de rabia y, como si de un regaño se tratase, le denegaban la ayuda de 8000 millones de euros a los griegos. Al mismo tiempo, las bolsas mundiales se derrumbaban y los peores temores acerca de la desaparición de la Unión Europea y el euro crecían en la mente de todos los ciudadanos. No habían pasado ni 24 horas de esa decisión que ya la gordita y el relamido mandaban llamar a su populista colega para darle un jalón de orejas público y notorio por el crimen que acababa de cometer: CONSULTAR AL PUEBLO; DEJARLE ELEGIR LIBREMENTE ETC…
Todo los inversionistas y dictadores financieros, desde los chovinistas estadounidenses del Banco Mundial hasta los racistas europeos del Fondo Monetario Internacional clamaban venganza por el que en otros tiempos, según ellos mismos decían, era el “mejor diplomático” de Grecia. Todos saben que si los griegos votan libremente, rechazaran su continuidad en el euro a cambio de morirse de hambre y perder todos sus derechos sociales que es, a fin de cuentas, el dilema que les plantea la ayuda europea. El hecho de que el potencial rechazo griego ponga a temblar a toda una Unión de países forjada hace ya más de medio siglo demuestra la fragilidad de la misma. En principio, la salida de Grecia no debería ser cuestionada ni crear problema alguno en el seno de la Unión si ésta fuese democrática. Sin embargo, el giro que ha tomado la UE en los últimos 20 años dirigida por tecnócratas cuya legitimidad es más que dudosa y cuyo fin poco o nada tiene que ver con los intereses de los ciudadanos provocan esta debilidad extrema. Si quedaba alguna duda acerca de la dictadura que ejercen los mercados en nuestras vidas, la de ayer fue una representación bastante clara de este hecho. Sin embargo, tan sólo se trata del primer acto. Antiguamente, la osadía de Papandreu le habría costado la caída de su gobierno y probablemente la vida, mediante un golpe de Estado protagonizado por los militares. Actualmente esos procederes ya no están bien visto por lo que se opta por el Golpe de Estado Democrático consistente en emplear a unos diputados vendidos y traidores para realizar una moción de censura el próximo viernes. Sin embargo, conforme escribo estas líneas me entero de que es más que probable que ni siquiera logre terminar la semana el mandatario. Una vez consumado el golpe y como colofón de la obra, llegará un gobierno dócil cuya primera medida será contentar a los sátrapas de los mercados disuadiendo –por las buenas o por las malas-, a su pueblo de esa locura de hacer un referéndum. Finalmente, como happy ending, los prestamistas irritados mostrarán que también tienen su corazoncito y acelerarán la entrega de los 8000 millones que urgen así como, a su debido tiempo, de los 122 000 millones restantes. Los mercados se calmarán y los griegos se hundirán en la pobreza para no volver a salir de ella. Y sin embargo, lo único que hizo Papandreu (por quitarse el sentimiento de culpa o por obtener unos cuantos votos, váyase a saber) fue dejar que su nación eligiera libremente cuál era el camino que quería seguir. Quizá en el tercer acto haya un cambio y finalmente se deje votar a los griegos, pero desde luego no será una elección libre, ya que todos los implicados ya se habrán encargado de bombardear a los griegos con noticias sobre las maldiciones bíblicas que les caerán si rechazan la ayuda y la UE y el FMI también ya se habrán deleitado apretándoles las tuercas de tal manera que serán los propios griegos quienes aceptarán el rescate. Ni más ni menos. Papandreu, hijo y nieto de presidentes, se olvidó de que términos tales como democracia, soberanía e independencia ya no existen frente a los valores predominantes de nuestra era: competitividad, superávit y productividad. Resulta cuando menos curioso que el país que creó la democracia sea el escenario de la agonía de esos valores y la imposición de la dictadura financiera. El señor Rastra, fiel seguidor aunque algo crítico con mis comentarios, va más allá y asevera que así como Grecia es la cuna de la Civilización también será el principio del fin del Sistema. ¿Será Cierto?

1 comment:

Irreverentes (& more) said...

En efecto, J. Patricio, esta semana acelerada y loca ha terminado de confirmar tus peores vislumbres. En Grecia la democracia ya no rige, por incómoda. En el resto de Europa, tampoco. En España votamos este mes, y una inmensa mayoría (sospecho) nos debatimos entre nuestra obligación cívica de ir a votar y nuestro anhelo de rebelión contra la pantomima.
Porque lo único evidente en esta farsa y cambalache es que mi voto, nuestro voto, no elige a quienes de verdad mandan.
Todos los días nos dan pruebas de que es así.
Un abrazo