Sunday, November 23, 2014

ESCRIBIR A MANO EN LA ERA DIGITAL

La metralleta boca arriba

Yo era un mafioso. Más bien un consiglieri. Hablé con el padrino. Estábamos en un estacionamiento de varios pisos. Los coches ascendían por una rampa en forma de caracol. El ataque de los Borgia era inminente; no había esperanza. Sin embargo, el padrino quería que huyera y me ordenaba que me largara. Me dirigí pisos abajo y ya me disponía a subir en mi coche cuando sentí una incómoda opresión en la nuca. Nuestros enemigos ya habían llegado.
 -Lo siento consiglieri. Me caes bien, pero no puedo dejarte ir. No obstante te prometo que tu muerte, una vez que me haya eliminado a tu jefe.
-Yo podría serte útil. Trabajaría para tí
-No me cabe la menor duda, pero sé que tienes mucha devoción al que pronto será tu ex jefe y no puedo arriesgarme. Es preciso.
Se dirigió a su acolitos:
-Nuestros enemigos están arriba. Apenas tienen municiones con que defenderse. Los masacraremos a todos en caliente y quiero que él lo vea todo antes de morir, pero hasta entonces no quiero que le toquen.

Los achichincles de Borgia salieron disparados hacia arriba pronto se oyeron ráfagas de tiros ininterrumpidas y cruzadas. Me obligaron a seguirles para que viera la caída de mis compañeros. Justo llegué para ver como Borgia le daba el tiro de gracia a mi padrino en la sien. No grité. Mis vigilantes se acercaron para felicitar al capo, mientras que mis últimos compañeros presentaban una resistencia vana. Fue entonces cuando noté que habían dejado a un lado una ametralladora reposando. Una rabia inusual se apoderó de mí acostumbrado a racionalizarlo todo, dado el trabajo que ejercía. Nadie se fijó en mí, lo que me envalentonó. Cogí el arma y empecé a disparar. En mi foro interno decía una y otra vez “ven como yo también puedo matar hijos de puta”. Apunté al jefe y éste cayó , aunque no vi ningún reguero de sangre como en las películas. Luego dirigí mi arma hacia uno de los generales con idéntico resultado. Sólo me quedaba un rival para descabezar a la banda rival. Era el más cruel de todos ellos y se asemejaba al personaje de Neo en Matrix. Apreté el gatillo mientras que él dirigía su mirada hacia mí, pero ninguna bala salió de mi arma. Más increíble aún fue la ausencia de respuesta por parte de mi víctima. Pareciera que no me veía en absoluto y mucho menos cayó en la cuenta de lo cerca que había estado de morir. No había que desperdiciar tanta suerte. Mi ser frío y calculador retomó mi ser y eché a correr rampa abajo, aun con el arma. No quería volver a intentar lo del coche. Según iba a entrar a la segunda planta del aparcamiento, vi a mano izquierda unos cristales que destruí con la culata de mi arma. Pasé al otro lado y avancé haciendo equilibrios por un estrecho pasillo. Al final del pasillo, a un par de metros se encontraba una continuación del estacionamiento al aire libre. Salté y alcancé a asirme a la barandilla, mas en vez de intentar subir, pensé que por la parte de arriba sería un blanco fácil por lo que me descolgué a la entre planta. Ahí, protegido por la planta superior podría correr hasta estar a salvo y así lo hice. Cuando iba a llegar a la otra salida del estacionamiento, vi una luz resplandeciente y me desperté con la firme intención de no mezclar altas dosis de alcohol con la visualización de la trilogía del padrino.     

Saturday, November 22, 2014

ESCRIBIR A MANO EN LA ERA DIGITAL

VIII La experiencia de escribir con pluma estilográfica. Último capítulo

Este es el octavo y último capítulo que escribo a mano. Curiosamente, también es lo último que escribiré en este cuaderno que llega a su fin con este artículo. Y siendo que este es un doble canto del cisne, he decidido hacerlo de la manera más elegante posible; con una pluma estilográfica que le pedí prestada a Vicky. Ella me pasó su Mont Blanc con una mirada de desconfianza. Pero cuando me vio como me desempeñaba con ella entre las manos …. una lágrima resbaló de su mejilla. Pese a no ser un experto en la materia, sé como todo el mundo que el uso de estas plumas es más complicado de lo que parece. En primer lugar, si el cartucho es nuevo y de distinto color al anterior, hay que hacer una serie de garabatos hasta que deje la pluma de pintar con el anterior color y pase al nuevo. En segundo lugar, siempre es fácil mancharse las camisas y finalmente, existe el riesgo de que se seque el cartucho. Me indica el experto en la materia Armando Ávila, que, en dicho caso lo que  hay que hacer es sacar el cartucho, lavar la pluma con agua caliente. Posteriormente se sopla para vaciarla y finalmente se pone un cartucho nuevo. Además, en ocasiones pareciera que la tinta no quiere salir y uno batalla desesperadamente para escribir una sola letra. Aunque me indica Vicky que eso se debe más a mi falta de pericia que a la pluma en sí.
                No obstante todo lo dicho, escribir con una pluma estilográfica proporciona al autor una sensación aristocratizante. Uno se siente estar compartiendo las mismas sensaciones que cualquiera de los autores admirados habrían sentido al escribir sus obras culmen a los que  jamás los imaginaríamos con una pluma bic, por ejemplo. En cambio si los visualizamos fácilmente con una Mont Blanc por más que, quizá, esos autores empleasen máquina de escribir y no tuvieran ingresos suficientes para darse esos lujos. Otra de las razones por las cuales nos gusta emplear una pluma estilográfica radica en un cierto gusto secreto por hacerla desfilar la punta sobre la celulosa. El ruido mismo, como un tañido tímido de violín y el procedimiento ritual de dejar un tiempo prudencial pasar antes de cerrar el cuaderno para dejar que la tinta se seque forman parte de ese oculto placer. En fin, se trata de una experiencia en la que el autor busca estar al nivel del medio empleado.

En estos artículos, hemos visto las ventajas e inconvenientes de escribir a mano. Recapitulando, diré que esta experiencia me ha permitido conectar con el autor de mis primeros textos y disfrutar haciendo lo que más me gusta en el mundo, amén de hacerlo con más asiduidad y concentración una vez que me he alejado de las tentaciones del PC (y eso que ahora se están llevando a cabo los juegos centroamericanos y por primera vez en décadas, México le está ganando a día de hoy a Cuba  en el medallero. Asimismo esta experiencia me ha permitido un enriquecimiento de mis textos al reescribirlos en el ordenador. Sólo espero que ustedes hayan disfrutado tanto de este ejercicio leyendo los artículos como yo escribiéndolos. Gracias
P.D. Mañana Subiré el relato íntegro incluídas las dos hojas que había dejado de desafío y que ninguno tuvo la capacidad de dilucidar por lo que me ahorro la botella de JB ¡JOJOJO! 

Thursday, November 20, 2014

ESCRIBIR A MANO EN LA ERA DIGITAL

VII. Escribir a mano y el mundo. (Segunda parte y última)

Yo NUNCA he dicho que la gente deba echar al vertedero sus laptops, tablets y smarthphones para luego comprar cuadernos y plumas masivamente. Como decía Heráclito no se puede estar dos veces en el mismo río porque este ha cambiado al igual que nosotros. De igual modo es imposible hacer que el mundo retroceda en el tiempo por más que en la película de Superman quieran convencernos de ello.
Las herramientas de nuestros días han demostrado ser muy útiles para la difusión  de mensajes subversivos que antes la censura acallaba con facilidad. Desde los comunicados del subcomandante Marcos hasta la organización de partidos políticos y protestas callejeras, las redes sociales e internet han demostrado ser un instrumento potentísimo para unir y comunicar a los descontentos sin que gobiernos represores y dictatoriales hayan podido impedir que se siguiese lanzando proclamas o convocando a marchas de protesta. Igualmente, masacres como la del 2 de octubre ya no pueden ser silenciadas –desafortunadamente, sí se pueden seguir ejecutando-, porque gran parte del mundo dispone de un móvil con cámara hoy en día. Es cierto que estos aparatos permiten el espionaje en masa  como ya nos hizo saber Edward Snowden para disgusto de Mario Vargas Llosa.  Se trata de armas de doble filo a las que no debemos renunciar. Uso estas máquinas todos los días. Casi toda mi obra la he escrito en computadoras y  no dejaré de hacerlo, pero tampoco dejaré de escribir a mano por placer o por ver cuanto hemos avanzado en la transmisión de ideas desde las pinturas rupestres hasta nuestros días y menos dejaré de hacerlo  por una visión fundamentalista del progreso según la cual hay que denostar todo lo pasado.  He dicho. Muchas gracias

Tuesday, November 18, 2014

ESCRIBIR A MANO EN LA ERA DIGITAL

VI. Escribir a mano y el mundo. (Primera parte)

Decía Jean Paul Sartre en El existencialismo es un humanismo, palabras más palabras menos, que cada vez que un individuo toma una decisión decide por el mundo entero. De esta forma, si esa persona elige como carrera profesional el derecho está poniendo en evidencia su convicción de que en el mundo debe primar la ley.
Ahora bien, como ya dije en el primer capítulo de  esta serie, yo sólo pretendo sondear las diferencias creativas que genera el escribir de forma artesanal –a la antigüita- y aquellas que nacen con el uso de los medios tecnológicos de nuestros días. Se trata, decimos, de un experimento personal donde a lo Juan Palomo; yo me lo como, yo me lo guiso, No obstante, no son pocos los lectores que, tomando al pie de la letra las palabras del autor de la náusea, e han interpelado indignados, haciéndome acusaciones de inmovilista, reaccionario y, en pocas palabras, de querer devolver el mundo al siglo XIX.
Si tal fuese mi intención; imponer la pluma sobre la tecla,  y quisiese rebatir las bondades de los modernos aparatos de comunicación, alegaría que la mayor parte de los grandes textos revolucionarios que hicieron avanzar a la humanidad se escribieron con la mano. Desde las declaraciones de independencia hasta el manifiesto del partido comunista o el  j’accuse, pasando por la declaración de los derechos del hombre, todos y cada uno de esos documentos consagrados coinciden en que han tenido como punto de partida una pluma y una hoja.  Más aún, haría notar que el auge de los tecnócratas y la imposición del neoliberalismo que nos ha llevado a la peor crisis mundial en siglos, viene acompañado de la producción y venta en masa de ordenadores de los cuales hacen uso los tecnócratas para crear un nuevo lenguaje y herramientas sólo para iniciados e imponer de esta forma su tan temido orden mundial, condenando de esta forma a millones de seres humanos a la exclusión y, al mismo tiempo, haciendo que sea muy difícil rebatirlo por desconocimiento de ese nuevo lenguaje.  Más aún, podría alegar que los más proletarios, los más puros, continúan escribiendo a mano por falta de acceso a los ordenadores. 

Todo eso y más, podría alegar a tal punto de que la mayoría me acabaría dando la razón acerca del progreso innato que conlleva este método de producción. Más estaría faltando a la verdad y obviando las gigantescas capacidades de difundir y organizar las protestas ciudadanas como veremos en el próximo capítulo.  (CONTINUARÁ) Y ahora los dejo con un reto imposible. Aquel que consiga descifrar esta doble página, continuación de mi relato, se llevará no ya una chela sino toda una botella de whisky JB. Tanta es mi confianza en la victoria que he aumentado el galardón. Demuéstrenme que me equivoco. 


Monday, November 17, 2014

TRADUCCIÓN DE UNA NOCHE CON LA MUERTE AL PORTUGUÉS

Me acabo de enterar fisgoneando en google que el distinguido profesor de Teatro Jose Topa del ESMAE Polítecnico de Oporto, se tomó la molestia de leer y traducir mi obra de teatro "Una noche con la muerte" y, además, la puso en escena con sus alumnos razones por las cuales ya le estaré eternamente agradecido. Lo único que lamento es no haber visto esa representación, aunque estoy viendo a ver si hay un video de la misma. En cualquier caso, les dejo con la traducción que tuvo la gentileza de mandarme el maestro Jose Topa


 Uma noite com a morte

Juan Patricio Lombera



            Um quarto de 2 por 2 metros situado no meio do cenário. O quarto consta de uma parede ao fundo e de duas laterais (a da direita tem uma porta e uma janela). O tecto tem um foco que fica aceso durante toda a representação; fora do quarto não há luz até ao final. Encostada à parede do fundo, à esquerda, há uma cama, ao lado há uma estante de livros com livros de filosofia, ciências políticas, e literatura. A parte superior da estante, que tem 1 metro de altura, serve de mesinha de cabeceira; sobre ela há um candeeiro, uns copos e uma caneca de água. Entre a cama e a parede da direita há umas caixas onde estão guardados pratos, cobertores e roupa. Na parede do fundo vêem-se fotos de Frida Kahlo e cartazes de filmes mexicanos e estrangeiros. No chão há um fogão eléctrico, algumas verduras metidas em sacos plásticos e outras comidas. Aparece Jorge -, um jovem universitário vestido com um casaco de couro, uma camisa preta, jeans e sapatilhas. Traz uma mochila ao ombro que atira para o chão. Apanha uma laranja do chão e começa a descascá-la, sentado na cama.

Sunday, November 16, 2014

ESCRIBIR A MANO EN LA ERA DIGITAL

V. Pasar a limpio el texto; reinvención de lo escrito

Cuando escribo directamente en la pantalla del ordenador, suelo emplear el corrector de Word para corregir los fallos más evidentes y, posteriormente releemos una y otra vez el texto hasta que éste quede a nuestro gusto. En el caso de la escritura a mano, existe una primera escritura y, luego, el proceso de pasar a limpio lo escrito.
Básicamente la primera escritura viene a ser una especie de borrador. Por mucho que pretendamos pulir en la hoja entintada, debemos refrenar nuestro ímpetu so riesgo de dejar la página como un colador. Algo así como quedaron algunas grabaciones del watergate  después de la censura previa de Nixon. Inconscientemente sabemos que esa primera escritura no es ni mucho menos la definitiva y solemos ser más tolerantes con los fallos. Al pasar a la pantalla el texto, surgen una serie de frases y párrafos que agregamos de forma como si se tratase de una inspiración del momento, pero más bien forma parte de una cavilación entre ambas escrituras. En cambio si plasmamos nuestras ideas directamente sobre la pantalla, hacemos las correcciones en el momento sin dejar descansar el texto. Evidentemente, el proceso pasa luego por una relectura que suele ser incómoda si se hace directamente a la pantalla. Esa incomodidad, si el texto es largo, facilita una cierta tolerancia con lo ya plasmado. De ahí que muchas personas prefieran imprimir sus textos y releerlos lápiz en mano. Esta opción se asemeja un poco más a la propuesta, pero no deja de ser una relectura y no una reinvención de lo escrito.
En el próximo capítulo responderé a todos aquellos que me han tildado de reaccionario, inmovilista y carca por emplear la hoja y la pluma en lugar del pc. ¡A mí!, que jamás votaría por el Partido Putrefacto y que jamás volveré a votar por el Partido de los Sinvergüenzas Organizados de España, ¡Qué vergüenza! A continuación les dejo con la continuación del relato que nadie alcanzó a descifrar por lo que me ahorro la cerveza J
-Lo siento consiglieri. Me caes bien, pero no puedo dejarte ir. No obstante te prometo que tu muerte, una vez que me haya eliminado a tu jefe.
-Yo podría serte útil. Trabajaría para tí
-No me cabe la menor duda, pero sé que tienes mucha devoción al que pronto será tu ex jefe y no puedo arriesgarme. Es preciso.
Se dirigió a su acólitos:

-Nuestros enemigos están arriba. Apenas tienen municiones con que defenderse. Los masacraremos a todos en caliente y quiero que él lo vea todo antes de morir, pero hasta entonces no quiero que le toquen.

Friday, November 14, 2014

ESCRIBIR A MANO EN LA ERA DIGITAL

A Juan José Arreola cuyo genial 
“Baby HP” inspiraron este capítulo

IV. La mejor laptop del mundo.


Es ligero, se puede acomodar como encima de una mesa o en posiciones que desafían insólitas y no me refiero a sexo. Su pantalla puede ser lisa, horizontal o cuadriculada y, a diferencia de los productos ofertados por Microsoft o Apple, es muy barata. Al alcance del bolsillo de cualquier consumidor. Cuando vaya de viaje, ya no tendrá que perder el tiempo sosteniendo con la mano izquierda la bandeja del ordenador, mientras que la derecha carga con el cinturón la chamarra, la cartera y las llaves sin olvidar, por supuesto, el equipaje de mano. Este moderno invento es indetectable para los sistemas de seguridad. Otra de las ventajas que le ofrece esta laptop  es que nunca tendrá miedo de que se destruya al resbalársele, por su torpeza de las manos o cuando su hijo confunda el invento con un balón de fútbol y lo patee con todas sus fuerzas. Es más, nuestra revolucionaria laptop A4 de tapa dura es conocida por ser un excelente arma de defensa personal. Nadie se atreverá a importunarle si le ven con este artilugio en sus manos decidido a usarlo en defensa propia. Especialmente graves puedes ser los traumatismos  en la cabeza producto del impacto de nuestra laptop en la testa. Por supuesto, no recomendamos este uso, pero le garantizamos que el aparato no dejará de funcionar un solo momento si llega a necesitarlo de esta manera. Pero lo mejor de este artilugio es que no necesita ni batería ni conexión wifi. Olvídese de esos paseos con el portátil entre los brazos en busca de cazar la señal del vecino; deje atrás la angustia de salvar a toda prisa sus documentos  antes de que la batería se agote y deje la pantalla inundada de un desconsolador color negro. Como ya hemos mencionado nuestro invento conta con varios tamaños como A$, media cuartilla o de apuntes, pero asimismo también goza de distintas memorias desde las modestas 50 páginas hasta el almanaque inagotable de 200 páginas. Señoras, caballeros, en estas fiestas navideñas no lo duden. Hagan felices a sus seres queridos comprándoles el regalo de moda estas navidades: el cuaderno
P.D. El otro día me emocioné tanto con la victoria de México que a la hora de escanear la continuación de mi relato me equivoqué de página. Pido disculpas a aquellas legiones de paleógrafos-egiptólogos que tanto se esforzaron en descifrar mi texto en busca del galardón mencionado. Ahora sí va la página correcta.

Wednesday, November 12, 2014

ESCRIBIR A MANO EN LA ERA DIGITAL

III. La mirada al vacío
Como ya mencionamos en el primer capítulo, uno de los momentos más exquisitos nos llega cuando en medio de una frase detenemos nuestra pluma y alzamos la mirada hacia delante un instante para luego volver a agachar la cabeza y proseguir. En ese sentido, sólo el hecho de escuchar las palabras y diálogos antes de plasmarlos superaría este momento. Pero cabría  preguntarnos ¿por qué nos produce tanto placer esa ligera pausa que se repite varias veces al cabo de un escrito y cuyo motivo principal suele ser elegir una palabra para continuar? En realidad, ni siquiera uno es consciente de dicho placer. El nivel de abstracción que se produce en esos momentos es tal que ni siquiera te das cuenta de que estás rodeado de un mundo material. Tus ojos se posan en un cuadro, pero difícilmente podrás describir sus características segundos después. Miras sin mirar.  El placer viene de comprobar el grado de compromiso que se puede llegar a adquirir con la propia creación. Y ¿Qué es lo que se está mirando en esos momentos? En un primer lugar, se podría pensar en una mirada interior en busca de la respuesta ausente. No obstante, lo que yo creo, es que se trata de una mirada a la nada absoluta. Se trata, en definitiva de una micro epifanía que nos dirige a un sitio de paz y armonía total. No obstante, el engaño una vez que volvemos viene de contentarnos con haber superado nuestro escollo, lo que impide afortunadamente lamentarnos de la felicidad perdida. Ahora bien, ¿se puede presentar esta situación cuando estamos ante la pantalla? Imposible. Alzar  la mirada tan solo nos remite al texto que estamos escribiendo en ese momento. La cercanía con la pantalla y la cantidad de estímulos que tiene (como por ejemplo ver si ya acabó el México Holanda en el que México está ganando 3-2 con dos goles de Vela y uno del chicharito) que cualquier evasión resulta simplemente imposible. La única distracción permitida es levantarse y dar uno de esos paseos que suelen terminar misteriosamente ante la nevera, pero afortunadamente no hay abstracción alguna en esos casos. Lo contrario conllevaría serios riesgos a mi salud. En fin los dejo para entrar en otro mundo maravilloso acompañado de Morfeo. Aquí les dejo la segunda parte de mi relato de mi puño y letra. Lo dicho los 3 primeros que los descifren se llevan una caña. Un abrazo
P.D. Les ganamos a los holandeses y nos vengamos de lo del mundial. ¡VIVA MÉXICO!

Monday, November 10, 2014

ESCRIBIR A MANO EN LA ERA DIGITAL

II. El tachón.

En un máster de periodismo, me hablaron de cierto director de un diario chaparro y muy geniudo –al que por cierto le encantan las especias-, que tenía por costumbre leerse todas las páginas de la publicación del día posterior y tachar aquellos artículos e informaciones que consideraba no aptos para su publicación, o al menos aquellas partes que él consideraba inoportunas. Sus tachaduras eran legendarias por lo enérgicas de las mismas. A mayor disgusto por lo leído, mayor perforación del papel. Al final sus trabajadores, se enteraron de este peculiar barómetro del humor del jefe y empezaron a hacer apuestas sobre quién era el que molestaba más al director con sus textos. El ganador se dilucidaba por el gramaje perforado así como las dimensiones propias de la raya inquisitorial.
Independientemente de su veracidad o no, esta anécdota sirve para destacar la importancia que tiene tachar con un trazo firme una palabra o párrafo erróneo. No sólo se trata de eliminar aquello que está mal, sino también de soltar toda la tensión, ira y/o frustración por el dicho error. No obstante si la simple visión entre rayada sigue generando molestia y no se tiene a mano un corrector líquido, siempre se puede recurrir al viejo truco de continuar tachando hasta que sólo se divise una enorme mancha negra ilegible. ¿Qué nos ofrece nuestro ordenador como sucedáneo de esta corrección catártica? Dos, más bien tres, son las propuestas. 1) Colocar el cursor en la última letra de la palabra p párrafo que se quiere borrar y apretar la tecla “erase” señalizada con una flechita. 2) Colocar el cursor antes de la primera letra de la primera palabra que se quiere eliminar y apretar la tecla suprimir señalizada con las teclas “supr”. En ambos casos hay que tener cuidado de no apretar de más las mencionadas teclas so riesgo de borrar más de lo debido y tener que reescribir aquello que no se deseaba borrar. Ahora bien, si su ánimo no soporta la lotería de apretar un botón indefinidamente y quiere hacer lo que ahora llaman una limpieza quirúrgica, siempre se puede optar por la opción timorata de seleccionar el texto que se desea eliminar y proceder en consecuencia.
Sin embargo, ninguna de estas tres opciones puede suplir las emociones producidas por el rayón. En efecto, un tachón enérgico denota una gran confianza  en sí mismo, una profunda convicción sobre el poder que se tiene sobre las palabras (o sobre los periodistas de la plantilla si nos referimos al director del que hablábamos al principio de este artículo), un deseo, al fin, de ser dueño de su propio destino. Quién tacha una palabra o un texto entero sin vacilar un segundo, sabe que siempre podrá mejorarlo aunque en ese momento no se le ocurra cómo. El mismo gesto de la cara del autor, denota energía, rechazo y dolor ante la mutilación propia.  Se trata, en fin, de todo un proceso de liberación en el que se desprecia el temor a la muralla de la hoja en blanco y cuyo autor se erige en el dueño de un futuro prolífico. Nunca se podrá llegar a esta sensación usando un teclado. Lo más cercano se producirá cuando el escritor, harto de su propio texto decida apretar sin cansancio las teclas antes mencionadas y continuar apretando una vez que el texto haya desaparecido. Pareciera toda una declaración de intenciones, pero en el fondo lo que denota como han señalado varios especialistas sobre la materia, es una actitud inmadura más bien propia de un niño de 5 años que hace un pataleta después de que sus padres no le han satisfecho su capricho y no tiene nada que ver con el deseo de superación reflejado en el acto manual de eliminación de lo incorrecto. Materia importante es esta de la tachadura, como hemos podido ver en este capítulo. Finalmente y con el fin de relajar el ambiente y antes de que ustedes mis queridos lectores inunden mi correo con sus sesudos y enriquecedores comentarios, paso a publicar el texto que deje como desafío a aquellos paleógrafos y arqueólogos expertos en jeroglíficos que quisieran intentarlo. Solo Merche tuvo la suficiente sabiduría y paciencia para dilucidar mi texto. Para aquellos que no pudieron o no se atrevieron, les comento que habrá futuros desafíos en artículos venideros. Muchas gracias por su paciencia.


Yo era un mafioso. Más bien un consiglieri. Hablé con el padrino. Estábamos en un estacionamiento de varios pisos. Los coches ascendían por una rampa en forma de caracol. El ataque de los Borgia era inminente; no había esperanza. Sin embargo, el padrino quería que huyera y me ordenaba que me largara. Me dirigí pisos abajo y ya me disponía a subir en mi coche cuando sentí una incómoda opresión en la nuca. Nuestros enemigos ya habían llegado (CONTINUARÁ) 

Saturday, November 08, 2014

ESCRIBIR A MANO EN LA ERA DIGITAL

Retorno a los orígenes.
He decidido volver a escribir de mi propio puño y letra con el fin de eludir el agobiante tormento de la pantalla en blanco. Ciertamente, al desfilar mi mano entre las líneas de mi cuaderno, reconozco viejas sensaciones escondidas en lo más recóndito de mi ser. Incluso mis dedos y muñeca parecen levantarse de un largo letargo felices de reencontrar su destino primigenio. ¿Qué es lo que he perdido al dejar atrás el modo artesanal de producción en aras de la rapidez que proporciona la tecnología. Por lo pronto, veo la facilidad con la que vienen a mi ideas que agrego al instante. No obstante este ejercicio me resulta también tedioso y no puedo evadirme de la tentación de echar un vistazo a los resultados deportivos en el ordenador. Tampoco puedo escapar de las voces que emana la televisión que está viendo en este momento Vicky. Para colmo de males se trata de una película entretenida, por lo que no puedo desligarme totalmente.  Dudo sobre qué palabra escoger. Levanto mi cabeza y pierdo mi mirada a lo lejos. ¡Cuán grata me resulta esta pausa!; esta mirada que no puedo reproducir frente a la pantalla. Al mismo tiempo, me recuerdo escribiendo el primer cuento que publiqué en el Periodiquillo sarniento y, al mover la cabeza, encontrarme con  los ojos de una amiga curiosa por lo que hacía. No obstante apenas la vi de reojo. Me paso la mano por mi barba y luego la acarició con un boli. Acabo de tachar unas palabras y me ha resultado divertido. Cuán sucio y humano es el tachón frente a la asepsia robótica de la tecla “supr”.

El objetivo de este y los posteriores escritos que iré subiendo en mi blog, tras pasarlos a limpio, es averiguar cuánto ha cambio mi producción literaria desde que escribo única y exclusivamente en ordenador. Prometo no hacer trampa. Cada una de las páginas que iré publicando en mi blog habrán nacido antes de mi boli apoyado en el papel. No prometo escribir una página diaria ya que eso dependerá de mi tiempo libre, voluntad y entereza, pero si me comprometo a seguir con este experimento y si se me ocurre algún relato, también lo subiré. Por otra parte, mis queridos y pocos lectores les agradeceré mucho cualquier aportación o comentario que puedan hacer. Finalmente acabo este texto iniciático con un descubrimiento y un desafío. Lo primero es la sensación de abundancia que produce la escritura a mano. Por muy grande que parezca la cuartilla, rápidamente quedará superada a diferencia de la pantalla cuya página a veces se hace eterna. Pareciera que se está avanzando muy rápidamente en este formato y que estoy escribiendo muchas páginas. Por otra parte, les dejo aquí escaneado el principio de un relato que intentaré desarrollar en posteriores capítulos. Los primeros 3 que consigan descifrar estos jeroglíficos se convertirán en los acreedores de una caña literaria en la cervecería Santa Bárbara. Sé que el galardón no es cuantioso, pero la crisis también nos afecta a los escritores.Pueden dejar sus respuestas en juanpax@mixmail.com. Un abrazo