Friday, February 03, 2012

40 AÑOS


Cuando escribo estas líneas, sé que ya he cubierto por lo menos (¡si bien me va!), la mitad de mi vida. No suelo darle importancia al paso de los años, pero al ser esta una cifra redonda he pensado que valdría la pena darle un poco más de realce. Aún recuerdo el deseo vehemente que tenía a los 9 por llegar a los dos dígitos, como si algo importante fuera a pasar en mí a esa edad.

Nací en un mundo marcado por la Guerra Fría y vivo en un planeta arruinado por la ambición desmedida de una minoría de la sociedad. A lo largo de estos años he visto algunos de los cambios menos esperados en del siglo XX de los cuales solo citaré 3: la caída de la Unión Soviética, la caída del Apartheid en Sudáfrica y la caída de PRI mexicano. Estos hechos fueron históricos en sí mismos, pese a que las expectativas que levantaron en su día no se hayan cumplido o, tan solo se hayan realizado en parte. Si acaso, uno de los cambios más alentadores de los últimos 10 años, fue la llegada de un obrero sindicalista al poder en Brasil y el gran auge que ha tenido su país tras su mandato, no sólo con mayor presencia en la toma de decisiones, sino reduciendo la miseria de sus conciudadanos.
En lo personal, también he vivido muchos cambios. Nací en México, pero a los 2 años nos fuimos a vivir un lustro a Ginebra, para luego volver al D.F. Cambio de tierra, cambio de idioma y de costumbres, me costó un poco, pero finalmente me hice a mi tierra. Pasó el tiempo y a los 25, tras acabar mi carrera con la medalla al mérito universitario –yo creo que el jurado que decidió dármela estaba borracho-, decidí volver a dar el salto y venirme a España a estudiar el doctorado. Finalmente, Le di más importancia a mi primera novela y dejé mis estudios. En parte también porque me dio flojera hacer un mamotreto de 500 páginas para que luego se quedara acumulando polvo en las estanterías. En cualquier caso, no fue una decisión muy inteligente, pero a lo hecho pecho. Otros de los cambios significativos que he vivido han sido las pérdidas de gente de mi entorno. Mi abuela, mi maestro don Pepe Amezcua y mi padre. Sin embargo, aquí también conocí a mi esposa y a gente maravillosa que me han hecho más fácil la integración en el país y que siempre han estado ahí para ayudarme cuando lo he necesitado.
Pese a que sé que la vida es cambio y que a lo largo de estos 40 años he sido testigo de todo tipo de mutaciones, tengo la desgracia de ser bastante reaccionario en ese sentido (menos mal que en el político es al revés la cosa), lo que me ha llevado más de una vez a estrellarme de frente contra la realidad y a amargarme la vida por mi falta de flexibilidad. Empero, finalmente  voy cambiando y he decidido no hacer planos a largo plazo cuya irrealización me frustren, así como aceptar la vida tal cual venga. No sé si esto ha influido, pero ahora me siento muy optimista con respecto a mi futuro profesional y como escritor. Además, participo en el mejor programa de radio acerca de literatura en lengua hispana -6º continente-, y. paradójicamente para alguien habitualmente tan negativo,  también colaboro en “la vida es bella” de RTV Marbella. El año no podía haber empezado mejor. Hoy cumplo 40 estaciones marcadas por los constantes altibajos anímicos, pero no me puedo quejar. He vivido bien y pese a todos los problemas (muchos de ellos por mí obstinación), puedo decir, con la perspectiva que me han dado mis 4 décadas, que: “Ha valido la pena y espero que continúe mucho tiempo más”. Muchos saludos y muchas gracias a todos aquellos que de vez en cuando se meten en este blog. 

2 comments:

Juan Carlos Muñoz said...

Estimado Compadre!
Magnífico escrito. Me ha encantado...
Eres el p... amo

Juan Patricio Lombera said...

Muchas gracias compadre. Tú sí que eres un buen lector. Un abrazote